1. Introducción

Todos sabemos que son indudables los beneficios de la vida activa y la práctica deportiva frente al sedentarismo, pero también es incuestionable que el deporte de intensidad moderada incrementa la incidencia de la muerte súbita.

Somos conscientes de que en los últimos años han aumentado exponencialmente las personas que realizan algún tipo de deporte y hay un boom de eventos y competiciones deportivas cada vez más exigentes y de mayores distancias.

Todos estos elementos condicionan la situación paradójica actual: Muchos deportistas en riesgo y mínimo control cardiológico.

En este escenario se explica el nacimiento de LetsCardio:

• Una plataforma ideada para concienciar al deportista de la importancia de las revisiones cardiológicas y de la inversión en su salud.
• Una plataforma médica que ofrece todas las herramientas diagnósticas cardiológicas (electrocardiograma, ecocardiograma, prueba de esfuerzo, analizador de gases, etc.) para una adecuada evaluación cardiológica previa a la práctica de entrenamiento o competición deportiva.

2. Muerte Súbita

La muerte súbita cardíaca asociada con la actividad atlética es una raro evento pero devastador.

Las víctimas suelen ser deportistas jóvenes y aparentemente sanos, y si bien muchas de estas muertes surgen sin explicación, en algunas subyace una enfermedad cardiovascular potencialmente detectable.

La gran mayoría de estos eventos se deben a taquiarritmias malignas, generalmente fibrilación ventricular que ocurre en individuos con trastornos arritmogénicos (miocardiopatía hipertrófica, displasia arritmogénica, canalopatías).

El entrenamiento intensivo y la participación deportiva competitiva es un desencadenante que puede favorecer la aparición de muerte súbita en individuos predispuestos que lo desconocen.

Por todo ello es de suma importancia la identificación temprana de estos individuos en riesgo para ofrecerles el tratamiento apropiado y recomendaciones de actividad física.

3. Estadística de incidencias

Aproximadamente entre 1 y 2 de cada 100 000 atletas entre 12 y 35 años muere súbitamente cada año.

La incidencia es altamente dependiente de género, con tasas de 2-25 veces más bajas en mujeres sin entender bien las razones.
Aumenta abruptamente con la edad, siendo aproximadamente 5-10 veces mayor en los mayores de 35 años en comparación con los atletas más jóvenes.

La incidencia no depende del tipo de deporte, no se han demostrado claras correlaciones con deportes concretos.